Cold Brew o café en frío, ¿qué es y cómo se prepara?

El Cold Brew es un método de preparación de café en frío. Es decir, se mezcla con agua fría y se deja reposar hasta que infusiona, sin aplicarle calor en ningún momento.

No todos los cafés fríos son Cold Brew, puedes elaborar un café de filtro o un espresso en caliente y dejarlo enfriar, pero esto no sería aplicar esta técnica de infusión.

El café en frío o cold brew está recientemente muy de moda e, incluso, lo ofrecen en diversas cafeterías de especialidad. Además, es una técnica muy sencilla que puedes elaborar en casa fácilmente, solo necesitas un buen café, agua mineral, una balanza o báscula y un filtro o malla fina.

¿Cómo se prepara el Cold Brew?

Como decía anteriormente, es una técnica de lo más sencilla, por lo que, aunque no seas un barista experimentado, puedes realizar en casa sin problema.

A tener en cuenta antes de empezar a preparar:

Es mejor usar un café de especialidad, recién tostado y, por supuesto, 100% natural, ya que el sabor que liberas es mucho más intenso. La elección depende de gustos, pero se recomienda café con toques afrutados.

Por otro lado, la ratio de preparación también puede variar según los gustos, pero rondan entre 1:10 o 1:15.

Si tienes que moler el café, debes tener en cuenta que para preparar Cold Brew, debe tener una molienda media-gruesa ya que estará en contacto con el agua durante horas.

Ahora sí, comenzamos con la elaboración.

¿Cuál es la mejor forma de hacer cold brew?

Paso 1:

Añade el café recién molido al filtro, recomendamos el sistema doméstico de Toddy o las botellas con filtro de Hario o Capsule de Kinto. También puedes usar una malla fina, si no tienes estos productos.

Paso 2:

Añade el agua al recipiente (Jarra o botella) e introduce el café en el filtro. Por ejemplo, si usas 50 gramos de café, te recomiendo 500ml de agua mineral.

Paso 3:

Déjalo reposar a temperatura ambiente estable o en la nevera durante 12-24 horas.

Paso 4:

Retira los posos del café del filtro y quédate con el café infusionado.

Como ves, es muy sencillo, solo debes tener un poco de paciencia para que la infusión se haga correctamente.

Como resultado, obtendrás un café menos acido y amargo, más digestivo y con mayor concentración de cafeína. También, puedes usar el café infusionado para añadirlos en cócteles, granizados o algún postre.

Recomendación: Sírvelo en un vaso con hielo y... ¡a disfrutar!