¿Cómo hacer café en una prensa francesa?
La prensa francesa es un clásico en muchas cocinas, aunque no siempre se usa para su propósito principal. En muchos hogares sirve como tetera o para preparar infusiones, pero en realidad es una cafetera de émbolo que permite obtener un café intenso y con mucho cuerpo de manera sencilla y rápida. Su sistema de extracción resalta los aceites naturales del café, ofreciendo una taza más aromática y con una textura característica.
El debate sobre su origen sigue abierto entre franceses e italianos. Se sabe que, en Francia, ya a mediados del siglo XIX, existían versiones rudimentarias de esta cafetera. Sin embargo, estos primeros modelos tenían filtrados imperfectos, lo que resultaba en una bebida con sedimentos y sin la claridad que se busca en un buen café.
No fue hasta 1929 cuando el italiano Attilio Calimani patentó un diseño mejorado con un filtro de malla más eficiente. Su idea fue refinada por otros inventores, como Bruno Cassol y el suizo Faliero Bondanini, quien logró que el sistema se hiciera popular en Francia y, más tarde, en toda Europa. La prensa francesa moderna se compone de tres elementos esenciales: un recipiente cilíndrico, un émbolo con filtro de malla y una tapa, que juntos permiten una preparación sencilla y sin necesidad de electricidad.
Entre sus muchas ventajas, la prensa francesa destaca por su facilidad de uso, su limpieza simple y la capacidad de preparar varias tazas a la vez. Además, su sistema de filtrado conserva más aceites esenciales del café en comparación con otros métodos, lo que da como resultado una bebida con más cuerpo y una textura ligeramente más densa. Para quienes buscan un café con carácter sin complicaciones, este método es una opción perfecta.
Preparar café con una prensa francesa es una de las mejores formas de extraer todo el sabor y los aceites esenciales del café. Aquí tienes una guía paso a paso para obtener la mejor taza posible:
Ingredientes y Materiales:
Café en grano (preferiblemente recién tostado)
El café en grano es la mejor opción para garantizar frescura y sabor. El café recién tostado conserva mejor sus aceites esenciales y aromas. Lo ideal es usar café que haya sido tostado en las últimas dos o tres semanas y molerlo justo antes de prepararlo para evitar que pierda intensidad y notas de sabor.
Molino de café (para obtener una molienda gruesa)
Para la prensa francesa, es fundamental usar un molino de café ajustable que permita obtener una molienda gruesa, similar a la sal gruesa. Si el café está demasiado fino, pasará a través del filtro, dejando residuos en la taza y dando un sabor amargo. Un molino de muelas (en lugar de cuchillas) es la mejor opción, ya que proporciona una molienda más uniforme.
Agua filtrada (evita agua del grifo si tiene cloro o impurezas)
El agua es el componente principal del café, por lo que su calidad influye directamente en el resultado. Usar agua filtrada o embotellada es recomendable si el agua del grifo tiene cloro o impurezas, ya que estos elementos pueden alterar el sabor del café. La temperatura ideal del agua está entre 92 y 96°C (si no tienes termómetro, deja reposar el agua hervida unos 30-45 segundos antes de usarla).
Cafetera de prensa francesa
Este es el equipo clave para este método. La prensa francesa consta de tres partes principales:
- Jarra: Generalmente de vidrio, acero inoxidable o plástico resistente al calor.
- Émbolo con filtro de malla metálica: Se usa para separar el café molido del líquido sin necesidad de filtros de papel.
- Tapa: Mantiene el calor y permite el correcto funcionamiento del émbolo.
Cuchara o espátula para remover
Remover el café antes de presionar el émbolo ayuda a que todos los posos de café entren en contacto con el agua de manera uniforme. Se recomienda usar una cuchara de madera o silicona en lugar de metal para evitar golpes en la jarra de vidrio.
Cronómetro o temporizador
El tiempo de infusión es clave para extraer los mejores sabores del café sin amargor. Se recomienda dejar reposar el café entre 4 y 5 minutos antes de presionar el émbolo. Un cronómetro o temporizador te ayuda a medir este tiempo con precisión para obtener una taza equilibrada.
Paso a Paso para el Café Perfecto:
1. Mide el café y el agua
- Usa una proporción de 1:15 o 1:16 (1 gramo de café por cada 15-16 gramos de agua).
- Ejemplo: Para una taza (250 ml), usa 15-17 g de café.
- Para una prensa de 1 litro, usa 60-65 g de café.
2. Muele los granos de café
- La molienda debe ser gruesa, similar a la sal gruesa o pan rallado grueso.
- Si la molienda es muy fina, el café quedará amargo y lodoso.
3. Calienta el agua
- La temperatura ideal del agua es 92-96°C.
- Si no tienes termómetro, hierve el agua y déjala reposar 30-45 segundos antes de verterla.
4. Pre-infusión (Blooming)
- Añade el café molido a la prensa.
- Vierte un poco de agua (el doble del peso del café) y deja reposar 30-45 segundos para liberar el CO₂ atrapado en el café.
5. Completa la extracción
- Vierte el resto del agua en la prensa de forma uniforme.
- Remueve suavemente con una cuchara para asegurar una extracción homogénea.
- Coloca la tapa con el émbolo sin presionar aún.
- Tiempo de infusión: 4 minutos.
6. Presiona el émbolo
- Baja el émbolo lentamente y con suavidad.
- Si sientes mucha resistencia, la molienda es demasiado fina.
- Si el émbolo baja muy rápido, la molienda es demasiado gruesa.
7. Sirve y disfruta
- No dejes el café en la prensa, ya que seguirá extrayéndose y puede volverse amargo.
- Sirve inmediatamente o pásalo a otro recipiente térmico si no lo consumirás de inmediato.
Consejos Extra:
Usa café de especialidad para notar más matices de sabor.
Prueba diferentes tiempos de infusión (entre 3:30 y 5 minutos) para ajustar la intensidad.
Experimenta con proporciones si te gusta más fuerte o suave.